¿Redes sociales y blogs pueden ayudarme?

Algunas de las entidades con las que trabajamos a menudo nos preguntan cómo de necesario es utilizar las redes sociales y los blogs en nuestra web, y si es mejor tenerlos integrados. Vamos a tratar de aclararos las ventajas y los inconvenientes para que podáis decidir mejor si vale la pena o no incorporarlos a vuestra estrategia de difusión y publicidad de vuestros servicios o productos.

Ventajas de los canales de redes sociales

Por un lado hemos de tener clara la máxima de «cuando más azúcar, más dulce». Es decir, el hecho de que tengamos más canales siempre será mejor porque permite que los usuarios accedan a la información por el canal que prefieran, pero ello conlleva un esfuerzo muy grande para manejar las redes, ya que no sólo está el hecho de publicar en ellas, sino también atender a las interacciones que nos puedan hacer en ellas, menciones, comentarios, decidir a quién seguimos, etc.

A grosso modo, la manera que los buscadores como por ejemplo Google posicionan nuestra web entre los primeros resultados, es que consideren que esa web responde bien a la pregunta que el usuario ha puesto en el buscador, y para hacerlo Google premia el tráfico que tenga esa página. Si pensamos en carreteras y calles en una ciudad. El centro suele estar más concurrido y con más atascos, puesto que hay mucha gente que acude a esa zona (bien sea porque están los comercios más populares, los cines, o los edificios para hacer las gestiones administrativas). En la web sucede algo parecido, se premiará aquellas páginas que más gente enlace, comparta o difunda, puesto que Google entiende que hay más gente que quiera visitarla. Por lo tanto, siempre que generemos contenidos nuevos e interesantes, hará que nuestra web gane puntos.

Inconvenientes de las redes sociales

Cada canal supone un esfuerzo adicional, y la manera ideal de llevarlos, es que publicásemos contenidos adaptados a cada canal. Facebook está pensado para seguidores que pueden interactuar con comentarios más largos, y tienden a ser una comunidad más cercana, por tanto deberíamos pensar el tono de nuestras publicaciones con esa idea. En Instagram o Pinterest, principalmente hemos de poner contenidos visuales atractivos, eso nos obliga a sacar fotografía, o buscarlas, retocarlas… y el texto es muy breve. Twitter está pensado para que nos pueda seguir gente aunque nosotros no los sigamos, y eso marca una cierta distancia. Además tiene fama de que tiene una mayor velocidad, y sus usuarios son más críticos, y eso puede que nos exija conocerlos y otro estilo en nuestras comunicaciones.

Existen herramientas alternativas como Hootsuite, por ejemplo, que nos permiten gestionar desde un único tablero, e incluso hay quien utiliza el mismo texto o contenido para cada canal, lo cual no es lo ideal, pero tampoco es una mala solución, si no tenemos tiempo que dedicarle a cada canal. Lo que sí que conviene es que pensemos que hemos de ser regulares. En estos canales tan inmediatos, no podemos dejar sin responder una pregunta mucho tiempo. Es preferible que nos comprometamos a manejar un canal bien, que a 3 mal. Porque podríamos enfadar a nuestros usuarios en ese canal, y perder el tráfico que estábamos ganando.

El blog: una apuesta segura

El blog no es una red social, pero puede tener similares réditos.Ya hablamos en otra entrada de que siempre es mejor unificar web y blog en un mismo sitio, para que los artículos que escribamos repercutan en el posicionamiento de nuestro sitio.

Además de ello, nos puede servir como proveedor de nuestras redes sociales. Por ejemplo, podemos publicar nuestra entrada de blog en Facebook, añadiéndole un comentario a modo de presentación, incluso a lo largo del tiempo podemos utilizarlo varias veces – sin abusar – pero modificando la presentación o incluso explicitándolo. Por ejemplo, si en nuestro artículo que publicamos hace varios meses salía una persona que ahora es noticia porque le hacen un homenaje, podemos volverlo a contar. O si publicamos un catálogo de productos, que ahora en navidad pueden venirnos bien, etc..

En el blog sucede lo mismo que en las redes sociales, lo único es que al ser textos más largos, los comentarios suelen ser menos inmediatos y más relacionados con algún punto del texto. Por tanto son más fáciles de manejar a priori. Y es más fácil establecer una periodicidad que podamos asumir, por ejemplo semanal, o quincenal. Podemos escribir el artículo del jueves, o incluso tener dos (o más) secciones diferenciadas, por ejemplo una para textos más cortos o noticias, y otra donde os explayeis más explicando algun servicio, concepto, etc.. como justamente estoy haciendo yo ahora.

 

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